SRI
NRSIMHADEVA
SRI NRSIMHADEVA
Creado por juancas 10 de noviembre de 2010 a las 22:48
ANÁLISIS DE LA CONCIENCIA: UN ENFOQUE VEDÁNTICO
de Visuddha-sattva Das (Notas)10 de noviembre de 2010 a las 22:48CONTENIDO
NOTAS de Visuddha-sattva Das
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- El Néctar de Prabhupada (Cuarta entrega)
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Srila Prabhupada
ANÁLISIS DE LA CONCIENCIA: UN ENFOQUE VEDÁNTICO
10 de noviembre de 2010 a las 22:48
ANÁLISIS DE LA CONCIENCIA: UN ENFOQUE VEDÁNTICO
Prof. Carlos Rocha G.
Bhaktivedanta Institute
Preámbulo apologético.
El presente análisis sobre el campo de la conciencia responde a la necesidad de establecer, tanto desde el punto de vista filosófico como científico, un marco de referencia teísta que sirva de reflexión y proyección consistente para futuros estudios e incursiones sobre la naturaleza de la conciencia y sus diferentes manifestaciones, de acuerdo a los niveles y/o grados de desarrollo tanto individual como colectivo. Las siguientes reflexiones son producto de varias investigaciones y propuestas paradigmáticas que se han venido desarrollando y exponiendo desde hace tiempo en la comunidad científica internacional. El análisis de la conciencia y el origen mismo de la vida ha sido objeto de diversos congresos, foros y eventos académicos.
Diferentes autores e investigadores científicos han impugnado la teoría de la evolución química, en desacuerdo a la falsa creencia de considerar este y otros enfoques como la causa principal del origen de la vida cósmica y de la creación de las diversas entidades vivientes. La teoría darwinista y el concepto materialista sobre la evolución, ignora el diseño inteligente en la creación cósmica y no tiene en cuenta el rol fundamental que juega la conciencia en el desarrollo del cosmos y de las formas vivientes. La crítica a esta teoría tiene soportes muy consistentes. En las últimas tres décadas, ha sido duramente criticada la explicación unilateral y materialista sobre la creación. En contraposición a las teorías neo-darwinistas, han surgido nuevos y más razonables paradigmas acerca de la creación de la vida y la evolución consciente de los seres vivientes.
Los enfoques cientificistas ignoran el aspecto teísta que necesariamente entraña el análisis de la conciencia. De allí la necesidad de presentar aquí un enfoque teísta, teniendo en cuenta la perspectiva trascendental del paradigma vedántico, donde la conciencia se considera como la manifestación del alma y símbolo de vida por excelencia, entendiendo que es precisamente la presencia de la conciencia lo que determina la diferencia entre un cuerpo vivo y uno muerto.
El enfoque de la conciencia en las antiguas escrituras reveladas de la India
El conocimiento trascendental del ser y de la conciencia se encuentra en las antiguas escrituras védicas de la India conocidas como los Vedas, especialmente la Bhagavad-gita, el Vedanta-sutra, el Srimad-Bhagavatam Purana, los Upanisads y otras obras de la Literatura Védica. Los miembros del Bhaktivedanta Institute, un centro de estudios védicos avanzado fundado en 1974, han desarrollando un significativo aporte para una síntesis entre ciencia y religión, promulgando el estudio de la conciencia como un aspecto fundamental e irreducible de la realidad, sosteniendo que, desde el punto de vista vedántico, la evolución subjetiva de la vida consciente es primordial para la comprensión del ser.
La conciencia no puede ser reducida a fenómenos físicos-químicos. Esto concuerda con la explicación esencial que se da Bhagavad-gita (10-8) acerca del origen teísta de la fuente primordial: aham sarvasya pravabho mata sarvan pravartate: “Yo soy la fuente de todos los mundos materiales y espirituales”. La vida cósmica implica conciencia, siendo esta la manifestación fehaciente del alma. La partícula anti-material llamada jiva-atma, constituye la conciencia individual, cuya naturaleza es espiritual y cuya meta es establecer un vínculo trascendente con la conciencia universal o Paramatma.
Desde la antigüedad, grandes pensadores, de Platón a Tagore, de Newton a Einstein, han intentado explicar la naturaleza de la realidad consciente. Pero la naturaleza de la conciencia parece siempre ser más profunda que lo que nuestras débiles mentes pueden comprender. ¿Puede un esfuerzo combinado de la ciencia y la espiritualidad, las dos fuerzas más dominantes de la humanidad, ayudarnos a ahondar más profundamente en la naturaleza de la realidad cósmica y el significado de la conciencia?
El universo es una manifestación de vida, materia y sus interacciones. El concepto vedántico sobre el origen de la vida y la naturaleza de la conciencia, se fundamenta en una exploración científica en aras de un paradigma espiritual. La vida en el universo exhibe diferentes grados o niveles de conciencia. La vida humana posee una conciencia desarrollada que la hace totalmente diferente de la materia inerte y de los animales inferiores en la cadena de evolución. Diferentes variedades de entidades vivientes exhiben niveles de conciencia. Los Vedas describen 8.400 especies biológicas.
La dinámica de esta evolución consciente del individuo, tanto como ente existencial como filosófico, concuerda con el segundo aforismo del Vedanta sutra —janmadyasya yatah: “El Brahman, la Verdad Absoluta o Dios es de donde se origina la creación y todo lo demás en este universo”. El significado de la palabra sánscrita janmadi o nacimiento implica creación, mantenimiento y disolución. El significado de la palabra sánscrita asya debe tomarse como “de este (universo)” y yatah como “eso de quien”.
Como ciencia espiritual el Vedanta es único en el pensamiento de la India y es el más importante tratado científico y filosófico de su herencia espiritual y filosófica. Como declara el Mundaka Upanisad (1.1.1) —sa brahma-vidya sarva-vidya pratistha, el Vedanta es la base de todo conocimiento. El término sánscrito vedanta es una combinación de dos palabras, veda y anta. Veda quiere decir conocimiento revelado y anta significa el fin. Por consiguiente, la palabra vedanta quiere decir el fin de conocimiento o el último conocimiento de la verdad absoluta. El Vedanta profundiza en la existencia y naturaleza de la conciencia y proporciona un detallado trasfondo para demostrar que existe una dimensión trascendental de la realidad. Bajo esta perspectiva analítica enfocaremos las siguientes reflexiones en torno a la naturaleza de la conciencia.
Teorías y opiniones científicas
Los científicos y filósofos ateos sólo consideran aspectos materiales en sus explicaciones sobre la vida y la conciencia. En cambio, otros hombres de ciencia, son partidarios de que la vida no proviene de simples combinaciones moleculares, sino que debe proceder de una fuente consciente, la cual incluye personalidad y características energéticas superiores anti-materiales. Se han analizado las teorías predominantes, particularmente la teoría de la mecánica cuántica y la criticada teoría de la evolución. Con la aparición de nuevos puntos de vista sobre el origen de la vida y la evolución consciente, se han formulado nuevos paradigmas que consideran un alto orden de leyes naturales y leyes psicológicas. Estos nuevos enfoques contemplan implícitamente la necesidad de comprender aquellos fenómenos inexplicables relacionados con la vida y la conciencia que la ciencia ortodoxa a dejado de lado.
En base a las descripciones de los antiguos textos védicos, las investigaciones pioneras en este campo, expuestas en diversos congresos y seminarios internaciones, han merecido considerable atención por parte de distinguidos científicos, incluyendo varios Premios Nobel, algunos de los cuales se han expresado significativamente sobre el rol de la conciencia:
Podemos admitir que no hemos encontrado nada en la Física o la Química que tenga una incluso remota traza en la conciencia. Sin embargo, todos sabemos que existe tal cosa como la conciencia, simplemente porque nosotros la tenemos. Por lo tanto, la conciencia debe ser parte de la naturaleza, o más generalmente, de la realidad, que significa que, aparte de las leyes de físicas y química, tal como se fundamenta en la teoría cuántica, nosotros también debemos considerar leyes de una naturaleza diferente. (Niels Bohr)
.... la conciencia es un principio que fundamentalmente no sólo transciende la física y la química, sino también los principios mecánicos de los seres vivientes. (Michael Polanyi)
Los caminos científicos y religiosos son como dos arroyos de la mente humana creativa. El camino científico intenta explicar la naturaleza de realidad dentro de la racionalidad, mientras que el camino religioso o espiritual lo hace dentro de y más allá de la racionalidad. (Dr. T.D.Singh—Bhaktisvarupa Damodara Swami)
Quizá no seamos nunca capaces de comprender la realidad última a través de la aproximación científica rigurosa. (Sir Roger Penrose, Oxford University, autor de The Road to Reality)
Es necesaria una concepción superior de la realidad para comprender el fenómeno de la conciencia, el cual obedece a leyes complejas de conocimiento superior. Para enmarcar las reflexiones en torno a la conciencia que serán expuestas en las próximas páginas, conviene establecer ciertos aspectos básicos de los postulados filosóficos en los cuales se asienta nuestro enfoque vedántico.
Desde el punto de vista teísta del conocimiento védico expuesto en el Bhagavad-gita, existen cinco aspectos o verdades básicas para el conocimiento científico:
1) La fuente original de todas las energías;
2) La vida o el ser (energía consciente);
3) La materia (energía inconsciente);
4) el tiempo; y
5) La actividad, el campo de la acción, que implica una serie de acciones y reacciones.
Dentro de este esquema, la energía inconsciente aparece como un reflejo de la energía consciente. Como tal, se considera real, aunque sólo tenga una naturaleza aparente.
La vida, como sinónimo de conciencia, constituye un principio fundamental e irreducible de la naturaleza. La vida no surge de una combinación azarosa o aleatoria de substancias químicas, ni tampoco el cuerpo evoluciona de formas simples a formas complejas, según la errónea teoría de Darwin. La conciencia evoluciona en una dinámica cósmica. La vida se conserva, es decir, no se crea ni se destruye. Es en este sentido que podemos decir que la vida proviene de la vida. La fuente del cosmos y de toda la creación consciente no responde a ciegas leyes naturales, sino a una conciencia o inteligencia cósmica superior. Bajo este enfoque no es posible aceptar la popularizada teoría del Big-Bang sobre el origen. Por ello afirmamos que la vida proviene de la vida.
La entidad viviente individual, la cual es energía superior, puede ser entendida en tres fases: 1) Como la conciencia penetrante que se manifiesta en el cuerpo; 2) Como la fuerza viviente no material o chispa animada dentro del corazón (la jiva-atma, el ánima, el alma o el espíritu), y 3) Como la Persona Suprema (Bhagavan, Isvara, el Supremo Controlador). Tanto los seres cósmicos como individuales son uno cualitativamente, idénticos en su esencia (sat-chit-ananda), pero cuantitativamente diferentes. El ser individual no puede compararse ni llegar a ser Dios, aunque, no obstante, posea esencia divina. Así se sostiene la singularidad específica del alma individual y del Supremo Ser, fuente cósmica de toda vida.
Aunque existen diferentes departamentos de conocimiento, en ninguna universidad se estudia la diferencia entre un cuerpo muerto y un cuerpo viviente. Tampoco se explica cuál es la naturaleza real de la fuerza viviente anti-material o la conciencia. Existe ese gran vacío en la educación moderna. El proceso conocido como “crecimiento”, es en realidad un cambio de cuerpo. De allí se desprenden los conceptos científicos acerca del fenómeno de la trasmigración de la conciencia, más popularmente conocido como “reencarnación.” ElBhagavad-gita explica la verdadera naturaleza del “yo” o conciencia, así como el ciclo cambiante del alma por diferentes cuerpos, según las acciones individuales sujetas a las leyes del karma.
Definición de materia, vida y conciencia. Distinción entre materia y vida.
La materia es energía inferior, la vida es energía superior consciente, representada por el alma (jiva-atma), una partícula infinitesimal de energía superior, siendo la conciencia la manifestación del alma.
La vida y la materia operan de acuerdo a leyes naturales o últimos principios causales. Sin embargo, ciertas leyes están más asociadas con la vida y otras con la materia. La interacción de la vida con la materia depende finalmente de principios de alto orden que no pueden ser reducidos a ningunas formulaciones matemáticas. La distinción entre materia y vida es la cualidad de la conciencia (citta) y existen diferentes niveles de conciencia.
Materia y conciencia son dos clases distintas de energía. La vida no es un producto emergente de la evolución de partículas materiales. El Bhagavad-gita (7.4-5) se refiere a esto de la siguiente manera: “La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso, estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis [Krishna o Dios] energías materiales separadas. Además de todo ello, ¡oh, Arjuna, el de los poderosos brazos!, hay una energía Mía que es superior, la cual consiste en las entidades vivientes que están explotando los recursos de esa naturaleza material inferior”.
La conciencia es la manifestación del alma de la entidad viviente. ¿Cuál es la dimensión de la conciencia? El tamaño del alma se describe en el Svetasvatara Upanisad (5.9)—balagra-sata-bhagasya satadha kalpitasya ca / bhago jivah sa bijñeyah sa canantyaya kalpate: “Cuando la punta de un cabello se divide en cien partes y cada una de dichas partes en otras cien partes, cada una de ellas constituye la medida del alma espiritual.” De esta declaración se concluye que la dimensión de la jiva es la diezmilésima parte de la punta de un cabello, cuya medida ha sido estimada en unidades ángstrom* en el microscopio electrónico.
[* El ángstrom (Å) es la unidad usada para medir las longitudes de onda y es igual a 10—8 cm. 1 Å es casi el diámetro de un átomo de Hidrógeno (la medida de un cabello humano es aproximadamente 500.000 Å). De acuerdo con esto, la diezmilésima parte de la punta de un cabello sería 500.000 dividido entre 10.000, es decir, 50 Å = 500x10cm = 500x10—5 milímetros, o sea 0.005 milímetros. A pesar de este tamaño atómico, el Bhagavad-gita (2.21) declara que el alma es poderosa, indestructible y eterna.]
El verdadero ser, el alma, que puede ser definido como “quantum de conciencia,” es de naturaleza espiritual, no-material. El Cap. 2 del Gita afirma que esta partícula anti-material o fuerza vital, nunca nace ni es creada. Existe eternamente, sin tiempo de nacimiento o muerte, y no está sujeta al ciclo de creación o destrucción. Por ser eterna, es más vieja que lo más viejo, pero es siempre fresca y nueva. A pesar de la inevitable aniquilación del cuerpo material, el espíritu individual (el alma, la jiva-atma), jamás perece (Gita. 2.20). ElBhagavad-gita también nos describe a esta partícula espiritual individual como “insoluble, incambiable, inmóvil, eternamente la misma, invisible e inconcebible.” (Cap. 2, 24-25).
La conciencia no se genera por la asociación con la materia. Esa es una idea errónea propugnada por la ciencia materialista moderna. En el Bhagavad-gita no se acepta la teoría de la que conciencia se desarrolla bajo ciertas circunstancias producto de la combinación material. La cobertura de las circunstancias materiales puede hacer que la conciencia se refleje de un modo desvirtuado, de la misma manera en que la luz que se refleja a través de un vidrio teñido puede que parezca ser de un cierto color; pero la conciencia suprema del Señor no lo afecta nada material—mayadyaksena prakrti, Gita(7.5). El Gita nos enseña que tenemos que purificar la conciencia contaminada por lo material, para despertar la conciencia pura.
Un nuevo Paradigma: El Paradigma Védico del Atma (PVA).
Considerando algunas de las reflexiones expuestas, el paradigma vedántico incorpora al conocimiento de la vida y del ser consciente las siguientes consideraciones:
La postulación de la existencia de una entidad, llamada atma, la cual demostraremos que puede ser experimentada directamente como una partícula, un quantum de conciencia y sus energías asociadas (la conciencia tiene energías coligadas). Esa partícula atómica obedece a un principio de conservación (de la energía, tal como en las leyes de la Física); es decir, no puede ser creada ni destruida, pero pueden ocurrir transformaciones de las energías asociadas. El atma es una propiedad anti-material (no física), en el sentido que no puede ser localizada en el espacio, tal como el significado de un libro, o el elemento tiempo no puede ser ubicado en el espacio, debido a sus naturalezas específicas.
La conciencia es la manifestación de esa partícula atómica y también posee energías asociadas (shaktis). Eso se puede entender considerando las propiedades de la voluntad, el deseo o el poder de acción. Ciertamente, la voluntad puede ser identificada como una fuerza o poder de la conciencia. Así como el brillo del sol evidencia la presencia del Sol, la conciencia evidencia la presencia del alma. Podría decirse que existe una dimensión de conciencia diferente del sueño profundo. Este estado es llamado turiya, y podría definirse como la experiencia de “lo otro” A menos que uno sea capaz de distinguir el ser del no-ser, no puede haber sentido o comprensión del ser. Lo “otro” podría referirse tanto a todo el entorno en el cual el ser está inmerso como a todo aquello a lo cual el ser es sólo una parte.
En la psicología occidental hay muchos datos empíricos a favor de que el sueño en más un estado consciente que inconsciente. Esto concuerda con la psicología del yoga, donde se describen cuatro estados de la conciencia, tal como se encuentra en los Upanisads: 1)jagrat, el estado alerta de la conciencia (vigilia); 2) svapna, conciencia dormida o inconsciencia (letargo); 3) sushupti, la conciencia del sueño profundo; y 4) turiya, la conciencia cósmica, algunas veces llamada samadhi (trance místico o concentración absoluta).
El alma es constitucionalmente infinitesimal (véase su medida aproximada en unidadesamstrongs), está ubicada en la región del corazón y no puede ser detectada por instrumentos materiales (el microscopio electrónico u otros aparatos), pero eso no significa que no exista. La mente también es invisible pero sabes que existe por sus síntomas. El cuerpo es materia muerta que se vivifica cuando el alma entra en él, y la conciencia es la manifestación del alma. De manera que el campo de la conciencia es un elemento fundamental en el estudio de los fenómenos de la vida, el origen y la evolución de los sistemas biológicos y los fenómenos cósmicos. Al igual que la entidad viviente, la conciencia está adscrita a un libre albedrío concomitante.
La concepción de la conciencia como una entidad separada de la materia es tal vez uno de las viejas concepciones de la humanidad. Recientemente, varios científicos notables* han explicado que la conciencia es una realidad separada que no necesita ser identificada con la materia. Desde un punto de vista lógico, puesto que el efecto también puede estar presente en la causa, la existencia de la conciencia en el mundo implica que la causa original del ser debe ser una conciencia primordial.
[* Como John Von Neuman, Eugene Wigner, Orlov, y otros.]
El campo de la conciencia y sus estados
El alma no está sujeta al deterioro del cuerpo o de la cobertura específica que la condiciona al entorno fenoménico, en el cual se desenvuelve por medio de los sentidos ordinarios y de sentidos más sutiles y especializados (mente, inteligencia y ego, suma de la personalidad total). El Gita dice: “Cuando el alma está presente, hay conciencia en todo el cuerpo, tan pronto como el alma sale del cuerpo, ya no existe más conciencia.” Esta es una definición válida para establecer la diferencia que existe entre un cuerpo vivo y uno inerte. En otras palabras, se llama vivo a un cuerpo cuando el atma o partícula anti-material está presente, y se dice que está muerto cuando el alma abandona la forma corporal.
En el Mandukya Upanisad se mencionan cuatro estados bien reconocidos de la conciencia: 1) jagrat o la conciencia alerta; 2) el svapna o la conciencia dormida o inconsciencia; 3) el sushupti, la conciencia del sueño profundo; y 4) turiya o la conciencia cósmica y trascendental, cuya absorción intensa en el individuo es a veces llamadasamadhi o trance.
UNO. En primer lugar, nosotros experimentamos una dimensión de conciencia, la cual llamamos el “estado alerta o despierto alerta”. Este estado inicial corresponde al mundo de la percepción sensorial. Creemos que estamos alerta cuando podemos movernos, percibir y sentir dentro del mundo fenoménico a través de nuestros sentidos y nuestros órganos sensoriales. Pero con frecuencia, esa percepción de la realidad, es sólo una sombra del verdadero estado de percepción despierta de la mente en el nivel de trascendencia. La mayoría del tiempo estamos en verdad dormidos y sólo tenemos una visión parcial de la plenitud absoluta. Con nuestros sentidos primitivos vivimos en la sombra de la realidad. La búsqueda del estado real de la conciencia despierta, comienza cuando intuimos la existencia de otra realidad trascendental.
El ser condicionado es casi totalmente mecánico. Sus reacciones son fundamentalmente respuestas computarizadas a determinados estímulos o simples reflejos. Este es el problema humano fundamental: estamos condicionados por nuestros estados de conciencia, somos casi siempre víctimas de nuestras emociones, somos impulsados de aquí para allá en un laberíntico torbellino interior y exterior. Tenemos que concentrar nuestra energía en un trabajo sobre nuestros centros superiores para disciplinar y controlar nuestra mente y nuestros sentidos, alterando positivamente la naturaleza de nuestra conciencia.
DOS. Existe un segundo estado de conciencia asociada a la conciencia dormida o la inconsciencia, esencialmente determinada por el sueño. Los sueños pueden asociarse con ciertas funciones cerebrales, actividades electrónicas o fisiológicas, pero ciertamente los sueños mismos no pueden identificarse con procesos electrónicos o químicos insensibles. La ocurrencia de B cuando ocurre A, es insuficiente para establecer la identidad de A y B. La conciencia, es decir la personalidad, permanece insoluble durante los ciclos de vigilia y sueño. ¿Puede la conciencia permanecer inconsciente o desatenta en el tiempo del sueño o durante otros momentos? Aún existen muchos enigmas sobre este tema que la ciencia materialista de la conducta no puede explicar satisfactoriamente.
Fenómenos concomitantes con el sueño, tales como sonambulismo, somniloquismo, hypnagogía, etc, son inexplicables en términos de una definición del sueño como un estado alterado de la conciencia, causado por la separación o disgregación temporal de la conciencia de su cuerpo físico. Ese estado es distinto al de nuestra conciencia despierta regular. En la sicología occidental hay muchos datos empíricos a favor de que el sueño es más un estado consciente que inconsciente. Esto concuerda con la sicología del yoga y con algunos experimentos de la psicología clínica occidental. Ciertos estados del sueño han sido clasificados de acuerdo a la actividad de las ondas cerebrales durante el sueño, y medidas en un electroencefalograma. Sin embargo, muchos misterios, como los estados despiertos de ondas alfa, los fenómenos parasicológicos extrasensoriales y varios aspectos de clarividencia, de trance místico y yóguico, permanecen sin explicación en la ciencia moderna.
TRES. Otra dimensión de la conciencia es el estado de sueño profundo que experimentamos en una forma totalmente diferente de los estados despiertos o los estados normales del sueños. La continuidad de la identidad que existe cuando pensamos, o cuando dormimos y decimos, “Yo ronco o hablo cuando sueño,” etc., está ausente en el sueño profundo. Esa es una experiencia directa del ser original o el atma. Esas tres dimensiones no pertenecen al reino paranormal, sino que son poderes originales de la conciencia. Por lo tanto, la vida (conciencia) es una dimensional superior a la materia. Los sueños sólo son una manifestación sutil de la materia, así como las emociones y los pensamientos experimentados durante los estados de vigilia. Sin embargo, cuando los sentidos, la mente y la inteligencia son purificados, los sentimientos y los sueños pueden cambiar de calidad y ayudarnos junto a nuestras acciones verdaderamente conscientes en el plano trascendental. Eso es experimentado en quienes practican diversos senderos espirituales.
CUATRO. Un cuarto nivel o dimensión de conciencia, se experimenta sin embargo en forma diferente a la del sueño profundo. Este estado es llamado turiya y puede definirse como la experiencia de lo “otro.” ¿Qué significa lo otro? A menos que uno sea capaz de distinguir el ser del no ser, lo que es de lo que no es, no habrá sentido o comprensión del ser. Por ejemplo, si todo el mundo fuera ciego, no podríamos decir “ciego.” “Ciego” implica el conocimiento o la experiencia de la que visión o el ver existe. De la misma manera, no podremos hablar del ser a menos que tengamos alguna experiencia de algo diferente al ser. A eso se le llama corolarios polares lógicos.
El libre albedrío de la conciencia y la realización del ser.
Cuando el libre albedrío (la voluntad y el deseo individual) se somete a la voluntad universal de lo “otro,” se dice que el ser se encuentra en un estado liberado de conciencia, puesto que puede experimentar todo el rango de la existencia consciente de lo “otro.” Cuando el ser ejercita su libre albedrío o poder de acción para dominar a lo “otro”, solo puede experimentar el aspecto llamado materia, que es una posible realización impersonal. El aspecto consciente de lo “otro” (que siempre es energía superior y puede ser percibido mediante los sentidos y la conciencia purificada), puede llamarse la posible realización personal.
El hecho de concebir la conciencia como una realidad separada de la materia, es quizá una de las más viejas concepciones de la humanidad. Muchos científicos modernos y reconocidos hombres de pensamiento (Von Neuman, E. Wigner, Orlov, etc.),* han explicado que la conciencia es una realidad separada que no precisa ser identificada con la materia. Desde un punto de vista lógico, la existencia de la conciencia en el mundo, implica que la causa original del ser debe ser una conciencia primordial, una entidad suprema y fundamental cuya esencia es energía superior, una conciencia anti-material pura y no una inerte e insensible sopa original. La vida es diferente de la materia. La vida proviene de la vida y la conciencia es la manifestación del espíritu.
[* Von Neuman J., Mathematical Foundations of Quantum Mechanics, Princeton University Press, 1955; Wigner E. P., Two Kinds of Reality, The Monist, Vol 48 (2), 1964, pp.284-63); Orlov, Y.F., Instt. Theo. Phys. Vol. XX, Nº XX, 1981.]
La ciencia, la religión y el pensamiento filosófico desprejuiciado, deben incorporar necesariamente en su concepción del cosmos una visión espiritual de la conciencia, como la que ya posee el genuino sentimiento religioso. Por consiguiente, una purificación de ambos, tanto de la religión como de los pensamientos y las acciones científicas, es vital para el beneficio del mundo entero y la elevación de la condición humana. Estamos empeñados en esa fértil y sana esperanza, tanto para la conciencia individual como colectiva.
OM TAT SAT
crocha@binstitute.org
Nota: Este trabajo fue publicado en la revista Crítica de México este año 2010. Se encuentra en el siguiente vínculo:
http://espanol.groups.yahoo.com/group/Hinduismo-Estudios-de-Religiones/message/164
Su versión original, destinada a un paper, es mucho más extensa.
Vaisnava dasanudasa
Visuddha-sattva dasa
(Bhaktivedanta Institute)
OM TAT SAT
Prof. Carlos Rocha G.
Bhaktivedanta Institute
Preámbulo apologético.
El presente análisis sobre el campo de la conciencia responde a la necesidad de establecer, tanto desde el punto de vista filosófico como científico, un marco de referencia teísta que sirva de reflexión y proyección consistente para futuros estudios e incursiones sobre la naturaleza de la conciencia y sus diferentes manifestaciones, de acuerdo a los niveles y/o grados de desarrollo tanto individual como colectivo. Las siguientes reflexiones son producto de varias investigaciones y propuestas paradigmáticas que se han venido desarrollando y exponiendo desde hace tiempo en la comunidad científica internacional. El análisis de la conciencia y el origen mismo de la vida ha sido objeto de diversos congresos, foros y eventos académicos.
Diferentes autores e investigadores científicos han impugnado la teoría de la evolución química, en desacuerdo a la falsa creencia de considerar este y otros enfoques como la causa principal del origen de la vida cósmica y de la creación de las diversas entidades vivientes. La teoría darwinista y el concepto materialista sobre la evolución, ignora el diseño inteligente en la creación cósmica y no tiene en cuenta el rol fundamental que juega la conciencia en el desarrollo del cosmos y de las formas vivientes. La crítica a esta teoría tiene soportes muy consistentes. En las últimas tres décadas, ha sido duramente criticada la explicación unilateral y materialista sobre la creación. En contraposición a las teorías neo-darwinistas, han surgido nuevos y más razonables paradigmas acerca de la creación de la vida y la evolución consciente de los seres vivientes.
Los enfoques cientificistas ignoran el aspecto teísta que necesariamente entraña el análisis de la conciencia. De allí la necesidad de presentar aquí un enfoque teísta, teniendo en cuenta la perspectiva trascendental del paradigma vedántico, donde la conciencia se considera como la manifestación del alma y símbolo de vida por excelencia, entendiendo que es precisamente la presencia de la conciencia lo que determina la diferencia entre un cuerpo vivo y uno muerto.
El enfoque de la conciencia en las antiguas escrituras reveladas de la India
El conocimiento trascendental del ser y de la conciencia se encuentra en las antiguas escrituras védicas de la India conocidas como los Vedas, especialmente la Bhagavad-gita, el Vedanta-sutra, el Srimad-Bhagavatam Purana, los Upanisads y otras obras de la Literatura Védica. Los miembros del Bhaktivedanta Institute, un centro de estudios védicos avanzado fundado en 1974, han desarrollando un significativo aporte para una síntesis entre ciencia y religión, promulgando el estudio de la conciencia como un aspecto fundamental e irreducible de la realidad, sosteniendo que, desde el punto de vista vedántico, la evolución subjetiva de la vida consciente es primordial para la comprensión del ser.
La conciencia no puede ser reducida a fenómenos físicos-químicos. Esto concuerda con la explicación esencial que se da Bhagavad-gita (10-8) acerca del origen teísta de la fuente primordial: aham sarvasya pravabho mata sarvan pravartate: “Yo soy la fuente de todos los mundos materiales y espirituales”. La vida cósmica implica conciencia, siendo esta la manifestación fehaciente del alma. La partícula anti-material llamada jiva-atma, constituye la conciencia individual, cuya naturaleza es espiritual y cuya meta es establecer un vínculo trascendente con la conciencia universal o Paramatma.
Desde la antigüedad, grandes pensadores, de Platón a Tagore, de Newton a Einstein, han intentado explicar la naturaleza de la realidad consciente. Pero la naturaleza de la conciencia parece siempre ser más profunda que lo que nuestras débiles mentes pueden comprender. ¿Puede un esfuerzo combinado de la ciencia y la espiritualidad, las dos fuerzas más dominantes de la humanidad, ayudarnos a ahondar más profundamente en la naturaleza de la realidad cósmica y el significado de la conciencia?
El universo es una manifestación de vida, materia y sus interacciones. El concepto vedántico sobre el origen de la vida y la naturaleza de la conciencia, se fundamenta en una exploración científica en aras de un paradigma espiritual. La vida en el universo exhibe diferentes grados o niveles de conciencia. La vida humana posee una conciencia desarrollada que la hace totalmente diferente de la materia inerte y de los animales inferiores en la cadena de evolución. Diferentes variedades de entidades vivientes exhiben niveles de conciencia. Los Vedas describen 8.400 especies biológicas.
La dinámica de esta evolución consciente del individuo, tanto como ente existencial como filosófico, concuerda con el segundo aforismo del Vedanta sutra —janmadyasya yatah: “El Brahman, la Verdad Absoluta o Dios es de donde se origina la creación y todo lo demás en este universo”. El significado de la palabra sánscrita janmadi o nacimiento implica creación, mantenimiento y disolución. El significado de la palabra sánscrita asya debe tomarse como “de este (universo)” y yatah como “eso de quien”.
Como ciencia espiritual el Vedanta es único en el pensamiento de la India y es el más importante tratado científico y filosófico de su herencia espiritual y filosófica. Como declara el Mundaka Upanisad (1.1.1) —sa brahma-vidya sarva-vidya pratistha, el Vedanta es la base de todo conocimiento. El término sánscrito vedanta es una combinación de dos palabras, veda y anta. Veda quiere decir conocimiento revelado y anta significa el fin. Por consiguiente, la palabra vedanta quiere decir el fin de conocimiento o el último conocimiento de la verdad absoluta. El Vedanta profundiza en la existencia y naturaleza de la conciencia y proporciona un detallado trasfondo para demostrar que existe una dimensión trascendental de la realidad. Bajo esta perspectiva analítica enfocaremos las siguientes reflexiones en torno a la naturaleza de la conciencia.
Teorías y opiniones científicas
Los científicos y filósofos ateos sólo consideran aspectos materiales en sus explicaciones sobre la vida y la conciencia. En cambio, otros hombres de ciencia, son partidarios de que la vida no proviene de simples combinaciones moleculares, sino que debe proceder de una fuente consciente, la cual incluye personalidad y características energéticas superiores anti-materiales. Se han analizado las teorías predominantes, particularmente la teoría de la mecánica cuántica y la criticada teoría de la evolución. Con la aparición de nuevos puntos de vista sobre el origen de la vida y la evolución consciente, se han formulado nuevos paradigmas que consideran un alto orden de leyes naturales y leyes psicológicas. Estos nuevos enfoques contemplan implícitamente la necesidad de comprender aquellos fenómenos inexplicables relacionados con la vida y la conciencia que la ciencia ortodoxa a dejado de lado.
En base a las descripciones de los antiguos textos védicos, las investigaciones pioneras en este campo, expuestas en diversos congresos y seminarios internaciones, han merecido considerable atención por parte de distinguidos científicos, incluyendo varios Premios Nobel, algunos de los cuales se han expresado significativamente sobre el rol de la conciencia:
Podemos admitir que no hemos encontrado nada en la Física o la Química que tenga una incluso remota traza en la conciencia. Sin embargo, todos sabemos que existe tal cosa como la conciencia, simplemente porque nosotros la tenemos. Por lo tanto, la conciencia debe ser parte de la naturaleza, o más generalmente, de la realidad, que significa que, aparte de las leyes de físicas y química, tal como se fundamenta en la teoría cuántica, nosotros también debemos considerar leyes de una naturaleza diferente. (Niels Bohr)
.... la conciencia es un principio que fundamentalmente no sólo transciende la física y la química, sino también los principios mecánicos de los seres vivientes. (Michael Polanyi)
Los caminos científicos y religiosos son como dos arroyos de la mente humana creativa. El camino científico intenta explicar la naturaleza de realidad dentro de la racionalidad, mientras que el camino religioso o espiritual lo hace dentro de y más allá de la racionalidad. (Dr. T.D.Singh—Bhaktisvarupa Damodara Swami)
Quizá no seamos nunca capaces de comprender la realidad última a través de la aproximación científica rigurosa. (Sir Roger Penrose, Oxford University, autor de The Road to Reality)
Es necesaria una concepción superior de la realidad para comprender el fenómeno de la conciencia, el cual obedece a leyes complejas de conocimiento superior. Para enmarcar las reflexiones en torno a la conciencia que serán expuestas en las próximas páginas, conviene establecer ciertos aspectos básicos de los postulados filosóficos en los cuales se asienta nuestro enfoque vedántico.
Desde el punto de vista teísta del conocimiento védico expuesto en el Bhagavad-gita, existen cinco aspectos o verdades básicas para el conocimiento científico:
1) La fuente original de todas las energías;
2) La vida o el ser (energía consciente);
3) La materia (energía inconsciente);
4) el tiempo; y
5) La actividad, el campo de la acción, que implica una serie de acciones y reacciones.
Dentro de este esquema, la energía inconsciente aparece como un reflejo de la energía consciente. Como tal, se considera real, aunque sólo tenga una naturaleza aparente.
La vida, como sinónimo de conciencia, constituye un principio fundamental e irreducible de la naturaleza. La vida no surge de una combinación azarosa o aleatoria de substancias químicas, ni tampoco el cuerpo evoluciona de formas simples a formas complejas, según la errónea teoría de Darwin. La conciencia evoluciona en una dinámica cósmica. La vida se conserva, es decir, no se crea ni se destruye. Es en este sentido que podemos decir que la vida proviene de la vida. La fuente del cosmos y de toda la creación consciente no responde a ciegas leyes naturales, sino a una conciencia o inteligencia cósmica superior. Bajo este enfoque no es posible aceptar la popularizada teoría del Big-Bang sobre el origen. Por ello afirmamos que la vida proviene de la vida.
La entidad viviente individual, la cual es energía superior, puede ser entendida en tres fases: 1) Como la conciencia penetrante que se manifiesta en el cuerpo; 2) Como la fuerza viviente no material o chispa animada dentro del corazón (la jiva-atma, el ánima, el alma o el espíritu), y 3) Como la Persona Suprema (Bhagavan, Isvara, el Supremo Controlador). Tanto los seres cósmicos como individuales son uno cualitativamente, idénticos en su esencia (sat-chit-ananda), pero cuantitativamente diferentes. El ser individual no puede compararse ni llegar a ser Dios, aunque, no obstante, posea esencia divina. Así se sostiene la singularidad específica del alma individual y del Supremo Ser, fuente cósmica de toda vida.
Aunque existen diferentes departamentos de conocimiento, en ninguna universidad se estudia la diferencia entre un cuerpo muerto y un cuerpo viviente. Tampoco se explica cuál es la naturaleza real de la fuerza viviente anti-material o la conciencia. Existe ese gran vacío en la educación moderna. El proceso conocido como “crecimiento”, es en realidad un cambio de cuerpo. De allí se desprenden los conceptos científicos acerca del fenómeno de la trasmigración de la conciencia, más popularmente conocido como “reencarnación.” ElBhagavad-gita explica la verdadera naturaleza del “yo” o conciencia, así como el ciclo cambiante del alma por diferentes cuerpos, según las acciones individuales sujetas a las leyes del karma.
Definición de materia, vida y conciencia. Distinción entre materia y vida.
La materia es energía inferior, la vida es energía superior consciente, representada por el alma (jiva-atma), una partícula infinitesimal de energía superior, siendo la conciencia la manifestación del alma.
La vida y la materia operan de acuerdo a leyes naturales o últimos principios causales. Sin embargo, ciertas leyes están más asociadas con la vida y otras con la materia. La interacción de la vida con la materia depende finalmente de principios de alto orden que no pueden ser reducidos a ningunas formulaciones matemáticas. La distinción entre materia y vida es la cualidad de la conciencia (citta) y existen diferentes niveles de conciencia.
Materia y conciencia son dos clases distintas de energía. La vida no es un producto emergente de la evolución de partículas materiales. El Bhagavad-gita (7.4-5) se refiere a esto de la siguiente manera: “La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso, estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis [Krishna o Dios] energías materiales separadas. Además de todo ello, ¡oh, Arjuna, el de los poderosos brazos!, hay una energía Mía que es superior, la cual consiste en las entidades vivientes que están explotando los recursos de esa naturaleza material inferior”.
La conciencia es la manifestación del alma de la entidad viviente. ¿Cuál es la dimensión de la conciencia? El tamaño del alma se describe en el Svetasvatara Upanisad (5.9)—balagra-sata-bhagasya satadha kalpitasya ca / bhago jivah sa bijñeyah sa canantyaya kalpate: “Cuando la punta de un cabello se divide en cien partes y cada una de dichas partes en otras cien partes, cada una de ellas constituye la medida del alma espiritual.” De esta declaración se concluye que la dimensión de la jiva es la diezmilésima parte de la punta de un cabello, cuya medida ha sido estimada en unidades ángstrom* en el microscopio electrónico.
[* El ángstrom (Å) es la unidad usada para medir las longitudes de onda y es igual a 10—8 cm. 1 Å es casi el diámetro de un átomo de Hidrógeno (la medida de un cabello humano es aproximadamente 500.000 Å). De acuerdo con esto, la diezmilésima parte de la punta de un cabello sería 500.000 dividido entre 10.000, es decir, 50 Å = 500x10cm = 500x10—5 milímetros, o sea 0.005 milímetros. A pesar de este tamaño atómico, el Bhagavad-gita (2.21) declara que el alma es poderosa, indestructible y eterna.]
El verdadero ser, el alma, que puede ser definido como “quantum de conciencia,” es de naturaleza espiritual, no-material. El Cap. 2 del Gita afirma que esta partícula anti-material o fuerza vital, nunca nace ni es creada. Existe eternamente, sin tiempo de nacimiento o muerte, y no está sujeta al ciclo de creación o destrucción. Por ser eterna, es más vieja que lo más viejo, pero es siempre fresca y nueva. A pesar de la inevitable aniquilación del cuerpo material, el espíritu individual (el alma, la jiva-atma), jamás perece (Gita. 2.20). ElBhagavad-gita también nos describe a esta partícula espiritual individual como “insoluble, incambiable, inmóvil, eternamente la misma, invisible e inconcebible.” (Cap. 2, 24-25).
La conciencia no se genera por la asociación con la materia. Esa es una idea errónea propugnada por la ciencia materialista moderna. En el Bhagavad-gita no se acepta la teoría de la que conciencia se desarrolla bajo ciertas circunstancias producto de la combinación material. La cobertura de las circunstancias materiales puede hacer que la conciencia se refleje de un modo desvirtuado, de la misma manera en que la luz que se refleja a través de un vidrio teñido puede que parezca ser de un cierto color; pero la conciencia suprema del Señor no lo afecta nada material—mayadyaksena prakrti, Gita(7.5). El Gita nos enseña que tenemos que purificar la conciencia contaminada por lo material, para despertar la conciencia pura.
Un nuevo Paradigma: El Paradigma Védico del Atma (PVA).
Considerando algunas de las reflexiones expuestas, el paradigma vedántico incorpora al conocimiento de la vida y del ser consciente las siguientes consideraciones:
La postulación de la existencia de una entidad, llamada atma, la cual demostraremos que puede ser experimentada directamente como una partícula, un quantum de conciencia y sus energías asociadas (la conciencia tiene energías coligadas). Esa partícula atómica obedece a un principio de conservación (de la energía, tal como en las leyes de la Física); es decir, no puede ser creada ni destruida, pero pueden ocurrir transformaciones de las energías asociadas. El atma es una propiedad anti-material (no física), en el sentido que no puede ser localizada en el espacio, tal como el significado de un libro, o el elemento tiempo no puede ser ubicado en el espacio, debido a sus naturalezas específicas.
La conciencia es la manifestación de esa partícula atómica y también posee energías asociadas (shaktis). Eso se puede entender considerando las propiedades de la voluntad, el deseo o el poder de acción. Ciertamente, la voluntad puede ser identificada como una fuerza o poder de la conciencia. Así como el brillo del sol evidencia la presencia del Sol, la conciencia evidencia la presencia del alma. Podría decirse que existe una dimensión de conciencia diferente del sueño profundo. Este estado es llamado turiya, y podría definirse como la experiencia de “lo otro” A menos que uno sea capaz de distinguir el ser del no-ser, no puede haber sentido o comprensión del ser. Lo “otro” podría referirse tanto a todo el entorno en el cual el ser está inmerso como a todo aquello a lo cual el ser es sólo una parte.
En la psicología occidental hay muchos datos empíricos a favor de que el sueño en más un estado consciente que inconsciente. Esto concuerda con la psicología del yoga, donde se describen cuatro estados de la conciencia, tal como se encuentra en los Upanisads: 1)jagrat, el estado alerta de la conciencia (vigilia); 2) svapna, conciencia dormida o inconsciencia (letargo); 3) sushupti, la conciencia del sueño profundo; y 4) turiya, la conciencia cósmica, algunas veces llamada samadhi (trance místico o concentración absoluta).
El alma es constitucionalmente infinitesimal (véase su medida aproximada en unidadesamstrongs), está ubicada en la región del corazón y no puede ser detectada por instrumentos materiales (el microscopio electrónico u otros aparatos), pero eso no significa que no exista. La mente también es invisible pero sabes que existe por sus síntomas. El cuerpo es materia muerta que se vivifica cuando el alma entra en él, y la conciencia es la manifestación del alma. De manera que el campo de la conciencia es un elemento fundamental en el estudio de los fenómenos de la vida, el origen y la evolución de los sistemas biológicos y los fenómenos cósmicos. Al igual que la entidad viviente, la conciencia está adscrita a un libre albedrío concomitante.
La concepción de la conciencia como una entidad separada de la materia es tal vez uno de las viejas concepciones de la humanidad. Recientemente, varios científicos notables* han explicado que la conciencia es una realidad separada que no necesita ser identificada con la materia. Desde un punto de vista lógico, puesto que el efecto también puede estar presente en la causa, la existencia de la conciencia en el mundo implica que la causa original del ser debe ser una conciencia primordial.
[* Como John Von Neuman, Eugene Wigner, Orlov, y otros.]
El campo de la conciencia y sus estados
El alma no está sujeta al deterioro del cuerpo o de la cobertura específica que la condiciona al entorno fenoménico, en el cual se desenvuelve por medio de los sentidos ordinarios y de sentidos más sutiles y especializados (mente, inteligencia y ego, suma de la personalidad total). El Gita dice: “Cuando el alma está presente, hay conciencia en todo el cuerpo, tan pronto como el alma sale del cuerpo, ya no existe más conciencia.” Esta es una definición válida para establecer la diferencia que existe entre un cuerpo vivo y uno inerte. En otras palabras, se llama vivo a un cuerpo cuando el atma o partícula anti-material está presente, y se dice que está muerto cuando el alma abandona la forma corporal.
En el Mandukya Upanisad se mencionan cuatro estados bien reconocidos de la conciencia: 1) jagrat o la conciencia alerta; 2) el svapna o la conciencia dormida o inconsciencia; 3) el sushupti, la conciencia del sueño profundo; y 4) turiya o la conciencia cósmica y trascendental, cuya absorción intensa en el individuo es a veces llamadasamadhi o trance.
UNO. En primer lugar, nosotros experimentamos una dimensión de conciencia, la cual llamamos el “estado alerta o despierto alerta”. Este estado inicial corresponde al mundo de la percepción sensorial. Creemos que estamos alerta cuando podemos movernos, percibir y sentir dentro del mundo fenoménico a través de nuestros sentidos y nuestros órganos sensoriales. Pero con frecuencia, esa percepción de la realidad, es sólo una sombra del verdadero estado de percepción despierta de la mente en el nivel de trascendencia. La mayoría del tiempo estamos en verdad dormidos y sólo tenemos una visión parcial de la plenitud absoluta. Con nuestros sentidos primitivos vivimos en la sombra de la realidad. La búsqueda del estado real de la conciencia despierta, comienza cuando intuimos la existencia de otra realidad trascendental.
El ser condicionado es casi totalmente mecánico. Sus reacciones son fundamentalmente respuestas computarizadas a determinados estímulos o simples reflejos. Este es el problema humano fundamental: estamos condicionados por nuestros estados de conciencia, somos casi siempre víctimas de nuestras emociones, somos impulsados de aquí para allá en un laberíntico torbellino interior y exterior. Tenemos que concentrar nuestra energía en un trabajo sobre nuestros centros superiores para disciplinar y controlar nuestra mente y nuestros sentidos, alterando positivamente la naturaleza de nuestra conciencia.
DOS. Existe un segundo estado de conciencia asociada a la conciencia dormida o la inconsciencia, esencialmente determinada por el sueño. Los sueños pueden asociarse con ciertas funciones cerebrales, actividades electrónicas o fisiológicas, pero ciertamente los sueños mismos no pueden identificarse con procesos electrónicos o químicos insensibles. La ocurrencia de B cuando ocurre A, es insuficiente para establecer la identidad de A y B. La conciencia, es decir la personalidad, permanece insoluble durante los ciclos de vigilia y sueño. ¿Puede la conciencia permanecer inconsciente o desatenta en el tiempo del sueño o durante otros momentos? Aún existen muchos enigmas sobre este tema que la ciencia materialista de la conducta no puede explicar satisfactoriamente.
Fenómenos concomitantes con el sueño, tales como sonambulismo, somniloquismo, hypnagogía, etc, son inexplicables en términos de una definición del sueño como un estado alterado de la conciencia, causado por la separación o disgregación temporal de la conciencia de su cuerpo físico. Ese estado es distinto al de nuestra conciencia despierta regular. En la sicología occidental hay muchos datos empíricos a favor de que el sueño es más un estado consciente que inconsciente. Esto concuerda con la sicología del yoga y con algunos experimentos de la psicología clínica occidental. Ciertos estados del sueño han sido clasificados de acuerdo a la actividad de las ondas cerebrales durante el sueño, y medidas en un electroencefalograma. Sin embargo, muchos misterios, como los estados despiertos de ondas alfa, los fenómenos parasicológicos extrasensoriales y varios aspectos de clarividencia, de trance místico y yóguico, permanecen sin explicación en la ciencia moderna.
TRES. Otra dimensión de la conciencia es el estado de sueño profundo que experimentamos en una forma totalmente diferente de los estados despiertos o los estados normales del sueños. La continuidad de la identidad que existe cuando pensamos, o cuando dormimos y decimos, “Yo ronco o hablo cuando sueño,” etc., está ausente en el sueño profundo. Esa es una experiencia directa del ser original o el atma. Esas tres dimensiones no pertenecen al reino paranormal, sino que son poderes originales de la conciencia. Por lo tanto, la vida (conciencia) es una dimensional superior a la materia. Los sueños sólo son una manifestación sutil de la materia, así como las emociones y los pensamientos experimentados durante los estados de vigilia. Sin embargo, cuando los sentidos, la mente y la inteligencia son purificados, los sentimientos y los sueños pueden cambiar de calidad y ayudarnos junto a nuestras acciones verdaderamente conscientes en el plano trascendental. Eso es experimentado en quienes practican diversos senderos espirituales.
CUATRO. Un cuarto nivel o dimensión de conciencia, se experimenta sin embargo en forma diferente a la del sueño profundo. Este estado es llamado turiya y puede definirse como la experiencia de lo “otro.” ¿Qué significa lo otro? A menos que uno sea capaz de distinguir el ser del no ser, lo que es de lo que no es, no habrá sentido o comprensión del ser. Por ejemplo, si todo el mundo fuera ciego, no podríamos decir “ciego.” “Ciego” implica el conocimiento o la experiencia de la que visión o el ver existe. De la misma manera, no podremos hablar del ser a menos que tengamos alguna experiencia de algo diferente al ser. A eso se le llama corolarios polares lógicos.
El libre albedrío de la conciencia y la realización del ser.
Cuando el libre albedrío (la voluntad y el deseo individual) se somete a la voluntad universal de lo “otro,” se dice que el ser se encuentra en un estado liberado de conciencia, puesto que puede experimentar todo el rango de la existencia consciente de lo “otro.” Cuando el ser ejercita su libre albedrío o poder de acción para dominar a lo “otro”, solo puede experimentar el aspecto llamado materia, que es una posible realización impersonal. El aspecto consciente de lo “otro” (que siempre es energía superior y puede ser percibido mediante los sentidos y la conciencia purificada), puede llamarse la posible realización personal.
El hecho de concebir la conciencia como una realidad separada de la materia, es quizá una de las más viejas concepciones de la humanidad. Muchos científicos modernos y reconocidos hombres de pensamiento (Von Neuman, E. Wigner, Orlov, etc.),* han explicado que la conciencia es una realidad separada que no precisa ser identificada con la materia. Desde un punto de vista lógico, la existencia de la conciencia en el mundo, implica que la causa original del ser debe ser una conciencia primordial, una entidad suprema y fundamental cuya esencia es energía superior, una conciencia anti-material pura y no una inerte e insensible sopa original. La vida es diferente de la materia. La vida proviene de la vida y la conciencia es la manifestación del espíritu.
[* Von Neuman J., Mathematical Foundations of Quantum Mechanics, Princeton University Press, 1955; Wigner E. P., Two Kinds of Reality, The Monist, Vol 48 (2), 1964, pp.284-63); Orlov, Y.F., Instt. Theo. Phys. Vol. XX, Nº XX, 1981.]
La ciencia, la religión y el pensamiento filosófico desprejuiciado, deben incorporar necesariamente en su concepción del cosmos una visión espiritual de la conciencia, como la que ya posee el genuino sentimiento religioso. Por consiguiente, una purificación de ambos, tanto de la religión como de los pensamientos y las acciones científicas, es vital para el beneficio del mundo entero y la elevación de la condición humana. Estamos empeñados en esa fértil y sana esperanza, tanto para la conciencia individual como colectiva.
OM TAT SAT
crocha@binstitute.org
Nota: Este trabajo fue publicado en la revista Crítica de México este año 2010. Se encuentra en el siguiente vínculo:
http://espanol.groups.yahoo.com/group/Hinduismo-Estudios-de-Religiones/message/164
Su versión original, destinada a un paper, es mucho más extensa.
Vaisnava dasanudasa
Visuddha-sattva dasa
(Bhaktivedanta Institute)
OM TAT SAT
Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
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Visuddha-sattva Das
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Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
Visuddha-sattva Das
Sri Sri Radha-Govinda bailan extáticamente rodeados por pavos reales bailarines.
Visuddha-sattva Das
Un bello pavo real desplegando su cola en Govardhana.
Visuddha-sattva Das
Saludos desde el templo en lo alto de la colina de Varsana, en mi peregrinaje del 24 de Noviembre de 2012.
Visuddha-sattva Das
Ante la murti en el Vyasasana de mi querido amigo Sripad Bhaktisvarupa Damodara Swami (1937-2006), el día 18 de diciembre de 2012, fecha en que celebramos su 75 abiversario en el Sri Sri Radha-Krishachandra Mandir de Imphal, la capital de Manipur, su tierra natal. Esta foto fue sacada en casa de su discípulo, mi amigo Ajit Prabhu, ex-presidente del templo, quien ese día nos invitó a una hermosa celebración allí celebrada con bellas ofrendas y grupos de sankirtan manipuris. La murti de Maharaj con un turbante manipuri, luce muy parecida a su propia estampa.
Visuddha-sattva Das
A los pies de la foto de Sripada Bhaktisvarupa Damodara Swami en su el bhajan-kutirel en el templo de Govindaji Maipuri Mandir en Radha-kunda, en cuyo patio está su samadhi. Pasamos muchas veladas dichosas en este cuarto, durante nuestros peregrinaje en Govardhana y Radha-kunda, El lugar está impecablemente cuidado y adorado por sus queridos discípulos y actuaamente está en franco progreso la construcción de su Samadhi Mandir. Esta foto fue sacada el 24 de Noviembre de 2012.
Visuddha-sattva Das
Si él no hubiera partido impredeciblemente en Octubre de 2006, estaba previsto que yo recibiera sannyas de Sripada Bhaktisvarupa Damodara Maharaj. Pero Radha y Krishna tenían otros planes... En esta foto estamos juntos en Navadvipa.
Visuddha-sattva Das
Compartiendo con Bhaktisvarupa Damodara Maharaj en su cuarto de Sridham Mayapur, durante Gaura-purnima 2006.
Visuddha-sattva Das
En un evento cultural de danzas manipuri, celebrado en el Auditorium de la University of Bhagavata Culture de Manipur, fundada por mi estimado hermano espiritual Sripad Bhaktisvarupa Damodara Swami. Asistí a varios programas culturales manipuris durante el marco de nuestro evento académico en diciembre del 2012, mencionado en la foto anterior.
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